Seguridad ergonómica
Fecha de Publicación: 01/27/2024
Según la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA), cerca de 1,8 millones de trabajadores declaran anualmente trastornos musculoesqueléticos (TME), comúnmente conocidos como distensiones y esguinces, como el síndrome del túnel carpiano, tendinitis y lesiones de espalda. Alrededor de 600.000 de esos trabajadores necesitan ausentarse del trabajo a causa de esas lesiones. A diferencia de las lesiones por caídas, electrocución u otros peligros graves, los TME no parecen muy serios cuando aparecen. Comienzan con pequeñas molestias en las primeras fases. Estos síntomas desaparecen tras un breve descanso o por la noche cuando no trabaja. Pero al retomar la misma actividad al día siguiente vuelven los síntomas. Su cuerpo puede recuperarse entre estos episodios de actividad intensa en las primeras etapas, cuando los síntomas son leves o moderados, pero con el tiempo, su cuerpo no se recuperará. Reconocer los problemas con las tareas laborales que causan estos síntomas es el primer paso para eliminarlos.
¿Qué es la ergonomía?
La ergonomía es la ciencia que trata de ajustar las condiciones del lugar de trabajo y las exigencias del puesto a las capacidades de la población trabajadora. Los "ajustes" eficaces y satisfactorios garantizan una alta productividad, evitan los riesgos de enfermedad y lesiones y aumentan la satisfacción de los trabajadores. La ergonomía implica el diseño y la disposición de los espacios para que las personas trabajen de forma eficaz y segura. Evalúa cómo realiza su trabajo e identifica los factores de riesgo que pueden provocar lesiones. Usamos esta información para encontrar la mejor solución para eliminar o gestionar el peligro. Se tienen en cuenta sus capacidades y limitaciones para garantizar que las tareas, el equipo y el entorno se adaptan a usted.
Factores de riesgo ergonómicos
Ejemplos comunes de factores de riesgo ergonómicos se encuentran en trabajos que requieren esfuerzos repetitivos, enérgicos o prolongados de las manos; levantar, empujar, tirar o transportar objetos pesados de forma frecuente o intensa; y posturas incómodas prolongadas. La vibración y el frío pueden añadir riesgo a estas condiciones de trabajo. Los trabajos o condiciones laborales que presenten múltiples factores de riesgo tendrán una mayor probabilidad de causar un trastorno musculoesquelético (MSD, por sus siglas en inglés). Los MSD pueden afectar a casi todos los tejidos del cuerpo: nervios, tendones, vainas tendinosas y músculos. Los brazos, los hombros, las rodillas y la espalda son las zonas del cuerpo más frecuentemente afectadas. El nivel de riesgo depende de la intensidad, la frecuencia y la duración de la exposición a estas condiciones y de la capacidad de los individuos para hacer frente a la fuerza de otras exigencias laborales que puedan estar implicadas. Entre las condiciones que pueden causar problemas de TME se incluyen:
Ejercer una fuerza excesiva.
Repetición excesiva de movimientos que pueden irritar los tendones y aumentar la presión sobre los nervios.
Las posturas incómodas o las posiciones sin apoyo que sobrepasan los límites físicos pueden comprimir los nervios e irritar los tendones.
Las posturas estáticas, o posiciones que un trabajador debe mantener durante largos periodos, pueden restringir el flujo sanguíneo y dañar los músculos.
El movimiento, como el aumento de la velocidad o la aceleración al doblar y girar, puede aumentar la fuerza ejercida sobre el cuerpo.
La compresión, al agarrar bordes afilados como mangos de herramientas, puede concentrar la fuerza en zonas pequeñas del cuerpo, reducir el flujo sanguíneo, la transmisión nerviosa y dañar las vainas de los tendones.
Tiempo de recuperación inadecuado debido a las horas extraordinarias, la falta de descansos y el hecho de no variar las tareas, lo que deja un tiempo insuficiente para la cicatrización de los tejidos.
Soluciones ergonómicas para la construcción
Elija herramientas ergonómicamente correctas: Asegúrese de que las vibraciones de las herramientas eléctricas sean mínimas. Elija herramientas lo más ligeras posible para reducir la fuerza necesaria para usarlas. Elija herramientas bien equilibradas para no gastar energía intentando mantener la herramienta en su sitio o equilibrarla. Asegúrese de que el mango de la herramienta le permite sujetarla cómodamente, incluyendo la incorporación de mangos que le permitan mantener las muñecas rectas o añadiendo un segundo mango en las herramientas grandes para poder usar ambas manos.
Evite doblarse por la cintura durante periodos prolongados: Eleve el trabajo, si es posible, sobre dos caballetes o un banco. Siéntese en un taburete estable si tiene que trabajar a niveles más bajos durante algún tiempo. Esto ayuda a reducir la tensión en su espalda al inclinarse hacia delante y reduce la tensión en sus rodillas al ponerse en cuclillas. Evite almacenar materiales a nivel del suelo.
Equilibre su cinturón de herramientas: Cuando se lleva todo el día, un cinturón de herramientas más pesado en un lado puede desalinear su espalda. Esto obliga a los músculos del lado descargado a trabajar más para compensar. Equilibre las herramientas y los suministros alrededor de su cinturón de herramientas. No lleve más de lo necesario y no lleve cinturón de herramientas si no lo necesita. Recuerde quitarse el cinturón de herramientas durante los descansos para dar al cuerpo un descanso.
No se gire por la cintura mientras trabaja: La torsión repetida de la parte baja de la espalda al levantar peso o dar paladas es un error frecuente. En su lugar, levante los pies y gire las caderas y el cuerpo en esa dirección al dar paladas, mover bloques, etc.
Levante peso correctamente: Planifique la elevación y pruebe la carga. Busque ayuda. Use un equipo de manipulación de materiales o un compañero para ayudarle con la elevación. Mantenga la carga cerca. Apriete los músculos del estómago mientras levanta. Levante con las piernas y mantenga la espalda recta. Baje la carga de la misma manera.
Minimice el trabajo por encima de la cabeza: El trabajo por encima de la cabeza puede causar daños importantes en los hombros, los brazos y la espalda. Si debe trabajar por encima de la cabeza, acérquese lo más posible a su trabajo colocándose sobre una plataforma o escalera. Haga pausas frecuentes bajando las manos e inclinándose periódicamente hacia delante con las manos sobre las rodillas para estirar la espalda.
Mantenga las muñecas y los brazos en posición neutra: Trabajar con la muñeca doblada hacia atrás o hacia delante aumenta las posibilidades de que desarrolle problemas. Evite trabajar con los brazos extendidos, si es posible; esto agrega más tensión al cuerpo. Y si desarrolla dolor, hinchazón, hormigueo y signos de una lesión por uso excesivo, tómese su tiempo para descansar. Intentar superar el dolor solo hará que empeore. Si los síntomas no desaparecen tras el reposo o si empeoran con el tiempo, acuda a un profesional médico.
Identifique los trabajos difíciles: Debido a la variedad de tareas en la industria de la construcción, es esencial identificar las tareas que requieren uno o más de los factores de riesgo mencionados. Preguntándose por qué existen estos factores de riesgo, se pueden reajustar las tareas o modificar las prácticas de trabajo para reducir el riesgo.
Resources
Soluciones sencillas Ergonomía para los trabajadores de la construcción | NIOSH | CDC